Pablo y sus cartas a Corinto
Pablo escribió al menos dos cartas a la comunidad cristiana en Corinto, conocidas como 1 Corintios y 2 Corintios. Sin embargo, se cree que también pudo haber escrito otras cartas que no se han conservado o que se han perdido a lo largo del tiempo.
En sus epístolas a Corinto, Pablo aborda diversos temas, como la corrección de conflictos internos, la enseñanza de la doctrina cristiana, la importancia de la unidad y la diversidad de los dones espirituales, entre otros. Estas cartas proporcionan instrucciones prácticas y espirituales a la comunidad corintia, buscando fortalecer su fe y su compromiso con el mensaje de Cristo.
Hoy en día, las cartas de Pablo a Corinto siguen siendo relevantes para los cristianos y para cualquier persona interesada en la teología y la vida espiritual. A través de ellas se pueden extraer lecciones sobre la unidad, el amor fraternal y la convivencia pacífica en la comunidad cristiana. Además, tratan temas como el papel de los dones espirituales y la importancia de vivir una vida ética y moralmente coherente.
¿Por qué no tenemos todas las cartas?
La razón por la cual no tenemos todas las cartas que Pablo pudo haber escrito a los corintios es objeto de debate entre los eruditos. Algunos argumentan que las cartas adicionales podrían haberse perdido o destruido con el tiempo, mientras que otros sugieren que algunas de las referencias a otras cartas podrían estar incluidas en las cartas existentes bajo diferentes nombres.
Estas cartas perdidas se mencionan en la Primera Carta a los Corintios en el capítulo 5 (donde Pablo hace referencia a una carta previa); y en la Segunda Carta a los Corintios en los capítulos 2 y 7 (donde también se hace referencia a una carta escrita por el apóstol, denominada “carta severa”).
- La «Carta anterior» se menciona en 1 Corintios 5:9, donde Pablo les recuerda que anteriormente les había escrito que no se relacionaran con personas inmorales. Esta carta parece haber abordado específicamente el tema de la inmoralidad sexual dentro de la comunidad corintia.
- La «Carta severa» se menciona en 2 Corintios 2:4; 7:8, donde Pablo comenta que había escrito una carta “con muchas lágrimas”, pero que era necesaria por el gran amor que le tenía a los corintios.
Aunque no tenemos acceso directo a estas cartas perdidas, podemos entender los temas y problemas que Pablo discutió con los corintios a través de lo que se menciona en las cartas que sí tenemos: 1 y 2 Corintios.
Estas menciones nos muestran que Pablo estaba constantemente en comunicación y en lucha espiritual por esa iglesia, y que la relación entre él y los corintios estaba en constante evolución. Ambos estaban aprendiendo y creciendo juntos.
Cartas y visitas de Pablo a Corinto (panorama general)
- Primera visita a Corinto – Segundo viaje misionero
Iglesia establecida en casa de Gayo Justo (Hechos 18:1–7). - Carta número 1 – Tercer viaje misionero (Éfeso)
Llamada la «carta anterior», ahora perdida, escrita desde Éfeso a Corinto, referente al peligro de frecuentar a personas inmorales.
(1 Corintios 5:9: “Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios”). - Carta número 2
Nuestro 1 Corintios en el Nuevo Testamento. Escrita desde Éfeso (1 Co. 16:18–19) al saber, por los de Cloé, de las divisiones en Corinto (1 Co. 1:11), y en respuesta a la carta con preguntas traída desde Corinto por Estéfanas, Fortunato y Acaico (1 Co. 7:1, 16:17). - Segunda visita a Corinto
Llamada la visita “dolorosa” (2 Co. 2:1; 13:2). - Carta número 3
Llamada la «carta severa», ahora perdida, enviada desde Éfeso con Tito. Contenía una dura reprobación de los desórdenes de la iglesia (2 Co. 2:4; 7:8). - Carta número 4 (Macedonia)
Nuestro 2 Corintios. Escrita desde Macedonia a Corinto (Hechos 20:1), para expresar su alegría al recibir, por medio de Tito, noticias del arrepentimiento en la iglesia (2 Co. 7:6–7). - Tercera visita a Corinto (Acaya – Corinto)
2 Corintios 12:14; 13:1.
Fuente: La vida de Pablo y sus cartas 3 – SEAN.
¿Por qué no se conservan esas cartas?
Muchos eruditos consideran que esas 2 cartas mencionadas se han perdido:
- Douglas J. Moo, en Una introducción al Nuevo Testamento, refiere que el apóstol mandó una carta antes que 1 Corintios (1 Corintios 5:9), y que la mayoría de su contenido se ha perdido.
“La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que no ha sobrevivido” (p. 333). - Efraín Agosto dice:
“Quizás parte del problema en Corinto estaba en la confusión sobre algo que el mismo Pablo había escrito. Por lo tanto, Pablo se dirige ahora al contenido de una carta anterior que ya no tenemos” (2008, p. 53).
Otros, como Michel Quesnel, comentan que es posible que estas cartas hayan sido incluidas como fragmentos en 2 Corintios, por ejemplo:
“2 Corintios 6:14–7:1 podría ser un fragmento de la carta A […] y los capítulos 10–13 de 2 Corintios podrían ser la ‘carta con lágrimas’ mencionada en 2 Co. 2:1–9 y 7:8–12.” (1980, p.14)
No existe un acuerdo claro entre los estudiosos, pero la mayoría coincide en que son cartas perdidas.
¿Serían relevantes hoy día?
En mi opinión, creo que la relevancia de que estas cartas aparezcan o no no afecta la doctrina cristiana. La ausencia de estas cartas no afecta la suficiencia de las Escrituras, ya que la Palabra de Dios revelada en los 66 libros de la Biblia es completa.
Si bien estas cartas podrían ofrecernos más contexto o reforzar enseñanzas ya conocidas, no son esenciales para la fe.
¿Por qué no se encuentran? ¿Por qué lo creo?
Pienso que se debe a la falta de evidencia histórica y textual. Aunque se mencionan en las epístolas, no se ha encontrado ningún manuscrito o fragmento de esas cartas específicas.
La preservación de textos antiguos depende de muchos factores: su copia, transmisión y recepción en la iglesia. Es posible que estas cartas no se hayan transmitido tan ampliamente como otras, lo que llevó a su desaparición.
Además, el canon bíblico fue establecido por la iglesia primitiva, que discernió e incluyó los escritos más relevantes para la enseñanza cristiana. Estas cartas, por alguna razón, no fueron incluidas.
Conclusión
Aunque es lamentable no tener acceso a las cartas perdidas de Pablo, lo que tenemos en las epístolas existentes es suficiente para nuestra vida espiritual y comunitaria.
Debemos confiar en la providencia de Dios. Lo que se ha preservado en las Escrituras es lo esencial para nuestra fe y nuestra relación con Él.
A través de las cartas que tenemos, podemos aprender y aplicar principios teológicos y morales fundamentales para vivir una vida cristiana fiel y obediente.
Referencias bibliográficas
- Quesnel, M. (1980). Las Cartas a los Corintios. Verbo Divino.
- Agosto, E. (2008). Conozca su Biblia: 1 y 2 de Corintios. Augsburg Fortress.
- Carson, D. A. & Moo, D. Una introducción al Nuevo Testamento. CjIE.
Por: Yúviza Leticia Bustamante Abad